La final de la Champions League de la temporada 2005 ha pasado a la historia del fútbol como una de las mejores finales de la historia.
Esta final disputada en Estambul ha quedado grabada en los corazones de los aficionados reds, ya que lograron vencer quizás al mejor Milan de la historia con Kaká, Seedorf, Crespo, Sevchenko, etc. Sin embargo los aficionados rosoneros tratan de borrarlo de sus mentes.
Los equipos llegaban a la final tras haberse enfrentado a grandes equipos como la Juventus, Inter, Chelsea, Manchester United entre otros equipos top de Europa. El Milan llegaba a Estambul con el rol de favorito frente al Liverpool de Rafa Benítez.
El partido se rompió muy pronto con un magnífico gol de volea tras bote de Paolo Maldini tras una una falta botada por el especialista, Andrea Pirlo. Tras el gol el Liverpool se vino abajo y el Milan todo lo contrario, continuó atacando de forma continua rozando el gol. Tras el gran número de intentos, el Milan consiguió el segundo gol en una jugada iniciada por Kaká, que distribuía de forma magnífica para Sevchenko, el ucraniano con todo la clase del mundo da un gran pase al segundo palo, donde está el "killer argentino", Hernán Crespo que acercaba al Milan cada vez más al título.
Al filo del final de la primera parte, Kaká realiza un control realizando una ruleta y orientado el cuerpo hacia delante, para dar un pase largo precioso para Crespo, que controla con pierna derecha y define con la punta de la bota por encima de Dudek que no puede hacer nada, solo ver como el Milan celebraba el 3-0.
El panorama se ponía desolador para el Liverpool que perdía por 3 goles en la primera parte, pero Rafa Benítez lejos de resignarse, convence a los jugadores de que el partido no acabó y que quedaban 45 minutos para cambiar las cosas. A pesar de la charla el partido comenzaba como un correcalles, con ocasiones por parte de los dos equipos, hasta que en el minuto 54 Riise pone un magnífico balón al area, que remataría el capitán Gerrard de cabeza , consiguiendo el primer gol del Liverpool. Tras el gol el Liverpool pensó que la hazaña era posible, llegando el segundo gol dos minutos después, un gol de Smicer con un disparo magnífico desde fuera del área que se colaba dentro de la portería de Duda. El Milan quedo noqueado y cometió un penalti sobre Gerrard, que transformaría Xabi Alonso tras el rechace de Duda.
El partido continuó sin un dominador claro, ya que los dos equipos se turnaban las ocasiones de forma continua. Llegó el final del partido y la prorroga, donde ninguno de los dos equipos podía dar más.
El partido se decidía en los penaltis, el Milan seria el primero en lanzar. Serginho iba a lanzar el primer penalti que paró Dudek al igual que el de Andre Pirlo, que se lamentaba. Tras los dos fallos Tomasson ponía el 1:2 en la tanda que igualaría Kaká tras el fallo de Riise.
En los penaltis finales Smicer ponia por delante a los reds, llegaba el turno de Andriy Sevchenko, el ucraniano llevaba toda la presión para empatar la eliminatoria, pero fallo el penalti dando la victoria al Liverpool.
Siempre será recordada como una de las remontadas más importantes de la historia, cambiando un resultado negativo de 3 goles al final de la primera parte por un 3-3, que finalizaba en penaltis.
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