Ayer se disputó el partido de cuartos de final, entre el RB Leipzig y el Atlético de Madrid, partido que se disputó en el estadio José Alvalade, estadio del Sporting Club de Portugal.
El equipo del Cholo Simeone llegaba tras un buen final de liga y sobre todo el milagro realizado en la anterior jornada de Champions, en la que el Atlético eliminó al campeón en un partido trepidante. En cambio los de Nagelsmann llegaban tras un parón de 1 mes, siendo tercero en la liga tras un mal arranque de competición post-pandemia y la perdida de su estrella Timo Werner.
Los de Nagelsmann iniciaban el partido con una formación 4-5-1, que algunas veces se transformaba a una 3-5-2 en la que Angeliño se posicionaba de carrilero y Dani Olmo adelantaba su posición para situarse justo por detrás de Poulsen. El Atlético sin embargo salia con la típica formación 4-4-2 clásica, con la única novedad de que Héctor Herrera entraba en el centro del campo junto a Saúl.
El Leipzig comenzaba el partido con el monopolio de la posesión, realizando toques rápidos cambiando el balón de lado a lado del campo con tan solo 3 o 4 toques de balón, mientras que el Atlético esperaba atrás con la línea defensiva y del centro del campo muy juntas, esperando así los continuos ataques del Leipzig que probaba fortuna a través de centros por las bandas, pases a la frontal esperando a los que llegaban de segunda línea y la llegada por el centro del delantero y los dos mediocentros ofensivos Sabitzer y Dani Olmo. El Atlético aguantaba bien defensivamente, pero a la hora de sacar el balón el equipo tenia problemas, ya que ningún centrocampista ofrecía salida y la presión de los jugadores del Leipzig era intensa, con su esquema defensivo en formación 4-2-3-1.
Por parte del el Atlético solo atacaba por el flanco izquierdo, aprovechando la velocidad y habilidad de Carrasco y Lodi, que eran la única luz de esperanza del Atlético, siendo ellos lo que provocaban las situaciones de peligro más importantes de los colchoneros en la primera parte. El Leipzig bien plantado toda la primera parte, llegaba a la segunda parte de igual manera, llegando al arco de Oblak con pases rápidos y precisos. En el minuto 49, Laimer lleva el balón por el centro, hasta que ve a Sabitzer desmarcado en la banda izquierda de los rojiblancos, Sabitzer avanza pocos metros y pone un centro a media altura que remata el jugador español Dani Olmo, adelantando así al Leipzig dando la sorpresa de la jornada. Inmediatamente tras el gol Simeone llama a Joao Félix, el jugador luso salta al campo para revolucionar el partido y así es, en sus primeros minutos recibe balones de sus compañeros que trasforma en magia, a través de grandes carreras sorteando rivales y caños impresionantes.
El Atlético empezó a jugar con más soltura, con Koke viniendo a sacar el balón y con Joao Félix viniendo a recibir para descargar a la banda izquierda o para sortear a varios rivales generando huecos. Tan bien se encontraba el Joao Félix que en el minuto 70 el luso recibe la pelota a la altura del centro el campo, conduciendo el balón sortea a varios rivales, llegando al área donde recibe un penalti clamoroso por parte de Halstenberg. El astro portugués tira a la derecha del portero con gran potencia, para poner el empate en el marcador y dando así esperanzas al Atlético de Madrid.
El Atlético estaba volcado arriba dejando espacios a la contra, que aprovecharía el Leipzig en una transición rápida que empezaría con un balón hacia la banda de Angeliño, que con una gran astucia amaga para dar luego un pase al la frontal, donde Tyler Adams recibe y chuta, pegando en Savic siendo desviado el balón que entra en el arco de Oblak, sin que el portero esloveno tenga oportunidad de pararlo. Tras el gol los colchoneros se volcaron demasiado en ataque, realizando centros al área para que los grandes rematadores como Savic, Giménez y Felipe que entró en la segunda parte como delantero, rematasen los centros a la desesperada.
Finalmente el Atlético no pudo repetir el milagro de Anfield, quedándose en cuartos de final de esta Champions atípica. El RB Leipzig pasa a semifinales, donde le espera el PSG de Neymar y Mbappé que harán todo lo posible para bajar de las nubes al equipo bávaro, que está viviendo el mayor momento de su corta historia como club.
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