Ayer se disputó el duelo de cuartos de Europa League, que enfrentaba a dos grandes equipos como son el Sevilla y el Wolverhampton en el maravilloso estadio del MSV Duisburgo, que actualmente milita en tercera división alemana.
Los Wolves salieron con una formación 1-3-5-2, con dos carrileros como Doherty y Rubén Vinagre que daban una gran profundidad en ataque, pero que no descuidaban la defensa, ya que se incrustaban a los tres centrales creando una linea defensiva de 5 jugadores que complicaron mucho la llegada al área de Rui Patricio. Con respecto a los atacantes de los Wolves, Adama y Raúl Jiménez dieron mucha verticalidad al equipo inglés, ya que recibían balones en largo por parte de los centrales para realizar un control y dirigirse directamente a la puerta de cuadro sevillista, de esa forma Adama recibiendo de espaldas controló el balón en el centro del campo sacando de posición a Diego Carlos que solamente pudo frenar la carrera del canterano barcelonista con un penalti. Toda la responsabilidad del penalti recayó sobre Raúl Jiménez, que dispararía a su derecha a media altura y con la poca fortuna de que el portero marroquí Bono la rechazó consiguiendo salvar el 1-0.
El Sevilla de Lopetegui se plantó en el partido con una presión alta en la que cada jugador se situaba encima de los jugadores rivales, esto hacía que los Wolves mandaran balones en largo que solían neutralizar los centrales del Sevilla, Diego Carlos y Jules Koundé siempre seguros atrás. En ataque Ocampos perdió protagonismo con respecto a Suso, ya que el 41 junto a Jesús Navas percutieron mucho por la banda de Rubén Vinagre, acabando siempre con un centro al área para los que llegaban de segunda linea, en la otra banda Ocampos junto a Reguilón percutieron por la banda , pero acabando la mayoría de ocasiones con un pase a la frontal para que Banega o Joan Jordán acabasen con un disparo peligroso. El Sevilla encontró en las bandas el punto flaco del Wolverhampton, ya que cerraban mucho las lineas hacia el centro, así llegó el gol de Ocampos en el minuto 88, cuando Banega liberado en la banda izquierda pone un centro medido a la cabeza de Ocampos que realiza un giro de cuello magnífico, para dar la dirección justa al balón batiendo así a Rui Patricio, que no pudo hacer nada para salvarlo.
El Sevilla sigue con la mística y cumple los pronósticos establecidos clasificándose para semifinales, en las que se tendrá que enfrentar al Manchester United de Solskjaer, mientras que el Inter se enfrentará al Shakhtar Donetsk que se impuso al Basilea por 4-1.
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