En la jornada número tres de la Premier League se enfrentaban el West Bromwich Albion y el Chelsea de Lampard en The Hawthorns. Los londinenses llegaban a este enfrentamiento tras la derrota ante el Liverpool por 2-0, dejando ver que al equipo blue le hace falta un tiempo de adaptación, tras las grandes incorporaciones de esta temporada, por otra parte el West Bromwich Albion llegaba al enfrentamiento con el Chelsea tras dos derrotas dolorosas, la primera ante el Leicester por 3-0 y la segunda ante un gran y renovado Everton, contra el que perdió por 2-5.
Lampard salió al partido con una 4-5-1 con diferentes cambios con respecto al partido contra el Liverpool, el entrenador inglés cambia la posición de Havertz, Mount y Werner, situando a Havertz en la mediapunta, Mount en el interior izquierdo y Werner en el interior derecho. Además de los cambios de posición, entran en el once jugadores como Kanté, Christensen y Caballero.
Por parte del equipo local el West Bromwich salía con una 5-4-1 con Johnstone bajo palos, línea de 5 formada por Bartley, Ajayi, O'Shea, Townsend y Furlong, por delante de la línea defensiva se disponían Livermore y Sawyers como centrocampistas puros y en las bandas Matheus Pereira y Diangana, para cerrar el equipo Robinson en punta.
El partido comenzaba muy ajetreado con un gol tempranero del West Bromwich Albion por parte de Robinson tras un error en el pase de Marcos Alonso, que aprovechaba Matheus Pereira para poner un balón a Robinson que controla y dispara con pierna izquierda para batir a Willy Caballero. Este gol no afectó mucho al Chelsea que tendría la iniciativa posteriormente, logrando una de las llegadas más peligrosas del partido con un remate al palo de Timo Werner. A pesar de que el Chelsea empezase a dominar, encajó otro gol tras un fallo de Thiago Silva que regala el balón a Robinson, el jugador irlandés no perdonaba y ponía el 2-0 en el marcador. El segundo gol si afectó al Chelsea, que estaba noqueado totalmente, lo que provocó que en un corner recibiese solo Furlong que prolongó el balón hacia la posición de Bartley que solo tubo que rematar el balón para poner el 3-0.
El Chelsea encajaba 3 goles en la primera media hora del partido y daba la sensación de que estaba totalmente tocado, el equipo de Lampard pagaba los fallos muy caros y ahora lo que tocaba era remar a partir de la segunda parte.
En la segunda parte Lampard introdujo a Hudson-Odoi en sustitución de Kovacic y a Azpilicueta en lugar de Marcos Alonso, estos cambios aportaron más movilidad, organización y energía al equipo que en el minuto 55 recortaba distancias tras un zapatazo desde fuera del área de Mason Monunt, que sorprendía a Johnstone que se quedaba como una estatua ante el gran disparo. A partir de ese gol el Chelsea fue encontrando su lugar en el partido con combinaciones rápidas, destacando el papel de Mount, Havertz y Hudson-Odoi que eran los que llevaban el peso del partido. En el minuto 70 llegaría el segundo gol del club londinense que se acercaba más al empate tras el gol de Huson-Odoi, el centrocampista inglés lograría el gol tras una gran combinación con Werner y Havertz que culminó en un gran gol raso a la esquina inferior de la portería. A partir del segundo gol del Chelsea, el equipo local no lograba dominar el balón perdiendo la posesión, tras la gran presión del Chelsea que buscaba el gol desesperadamente.
El partido entraba en el descuento cuando Hudson-Odoi colgaba un balón al área, el balón era rechazado por los defensas que cedían el cuero a Mason Mount que dispara a portería y es rechazado por Johnstone, este rechace cae a Abraham que no perdona y empata el partido a un suspiro del final.
El Chelsea logró empatar un partido que estaba perdido, puesto que encajaron 3 goles en la primera parte. El equipo de Lampard no acaba de adaptarse y empieza a sufrir partidos como este en el que el más mínimo error te cuesta el partido.
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