Celtic Park acogió ayer uno de los partidos de la jornada que enfrentaban al Celtic contra el Milan, en el primer partido de fase de grupos de la Europa League.
Los escoceses llegaban a la Europa League tras una fase de clasificación muy dura ante Riga y Sarajevo, saldándose ambos partidos con 1-0 a favor del equipo céltico. Para este partido el técnico Neil Lennon sacaba una alineación novedosa compuesta por: Brakas bajo los palos, defensa de 3 centrales como Welsh, Duffy y Ajer; centro del campo muy poblado compuesto por Nitcham, Brown, Mcgregor, acompañados en las bandas por Laxalt y Frimpong; arriba Ajeti y Griffiths para el gol.
El cuadro milanista aterrizaba en Escocia con una única misión, llevarse los tres puntos, el equipo más en forma de Europa se estrenaría en Europa League con un alineación con sorpresas. Gatusso alineaba un equipo lleno de novedades en el centro del campo, con la presencia de Kessié y Tonali como pivotes, acompañando a Krunic en la mediapunta, este centro del campo para complementar una delantera de garantía como la formada por Brahim Díaz, Samu Castillejo y Zlatan Ibrahimovic.
El partido arrancaba con un Celtic muy ofensivo, adelantando la presión y logrando atacar a través del apoyo de las bandas ocupadas por Frimpong y Laxalt, que daban un plus al ataque céltico, aportando más velocidad al juego del equipo local. El Celtic conseguía acciones muy peligrosas como el disparo de Nitcham que atrapa Donnarumma o un pase a la espalda de la defensa que Griffiths no alcanza y llega a las manos del portero italiano. A pesar de este arreón inicial del equipo local, los milanistas lograban ir metiéndose en el partido con un juego más directo a través de las bandas, además del control de la medular de Krunic el que orquestaba todo el juego del Milan.
No se hizo esperar el primer gol de partido, en tan solo 12 minutos Krunic lograba el gol que abría la lata para los rosoneri. Un gran Samu Castillejo pone un centro medido, para que Krunic salte más que nadie y ponga el 1-0 en el electrónico. El gol aportó la tranquilidad que necesitaba el Milan en el partido, permitiendo al equipo italiano organizarse en defensa y logrando que jugadores como Ibrahimovic o Teo Hernández entrasen más en juego.
A partir del gol el Milan dominó el partido, pero sin acaparar las ocasiones , puesto que desde que Krunic logró perforar la portería de Brakas ningún equipo obtuvo una ocasión clara de gol, pero esto no duraría mucho, puesto que Brahim Díaz con un manejo de la pelota excepcional lograba desembarazarse de Duffy y Ajer para cruzar el balón a la izquierda, sumando un gol al casillero milanista, que se marchaba al descanso con una ventaja de dos goles.
Nos marchábamos a vestuarios con un 0-2 a favor del Milan de Piole, frente a un Celtic poco solvente arriba. A pesar del resultado el equipo escocés salió en la segunda mitad volcado en ataque en busca de un gol, lo que generó huecos que aprovechaba el Milan para acercarse al área rival, estos acercamientos eran más frecuente, pero el equipo rosonero no lograba tener una solvencia de cara a puerta. Tras este tramo de inicio, el partido se vio muy trabado por las continuas faltas del Celtic, además de los errores en la salida del Milan.
El uso continuado de faltas por parte del Celtic hizo retroceder a todo un Milan, que en cuestión de minutos encajaba un gol a balón parado, Elyounnoussi cabeceaba un centro de Christie, poniendo el 2-1 en el marcador gracias a dos hombres incorporados en la segunda mitad. A pesar de el gol el equipo escocés no podía para el ansia ganadora del Milan, que redondearía el marcador con un último gol de el recién incorporado Jens Hauge.
El AC Milan demuestra el gran estado de forma que está viviendo con una victoria fundamental para la lucha por el primer puesto del grupo 8, recordando a los aficionados rosoneros aquellos tiempos de un Milan temible en Europa.
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