El clásico ha llegado muy temprano este año, en la jornada número 7 de la mejor liga del mundo. El Real Madrid y el Barcelona se enfrentaban en un mal año para los dos equipos, un Real Madrid acusando más que nunca la falta del gol ante un Barcelona golpeado por un gran número de escándalos.
El Real Madrid llegaba al clásico tras las dolorosas derrotas ante el Cádiz y Shakthar Donetsk en el Alfredo Di Stéfano. Zidane sacaba un once compuesto por: Courtois en portería, defensa para Nacho, Varane, Ramos y Mendy; medular con gran variedad de roles con Casemiro, Kross y Valverde; arriba la delantera renovada, compuesta por Vinicius, Benzema y Asensio.
El FC Barcelona por su parte llegaba tras la derrota ante el Getafe y el festival de goles ante el Ferecváros. Koeman alineaba un equipo con grandes nombres como el de Jordi Alba, Pedri y Coutinho que se incorporaban a este encuentro siendo titulares.
El partido arrancaba de forma frenética con un gol de Valverde en los primeros 5 minutos de juego, el "pajarito" aprovechaba el pase filtrado de Benzema para poner el primer partido de este clásico 2020. El Barcelona no tardaría en responder, ya que a los tres minutos siguientes, Jordi Alba se interna por la línea de fondo para asistir a Ansu Fati, que se convierte en el jugador más joven en marcar en un clásico. El partido a pesar de los dos goles continuó de forma eléctrica, primero con un disparo de Messi que rechazaba Courtois y después con un disparo abajo de Benzema que blocaba Neto.
A partir de este punto el Barcelona se hizo con el control del cuero, pero con problemas para sacar el balón, puesto que el Real Madrid ejecutaba una presión arriba asfixiante para el juego del equipo local. El equipo blanco lograba neutralizar el juego del equipo local, pero no lograba llegar con claridad a los dominios de Neto.
Nos iríamos al final de los primeros 45 minutos de partido con un 1-1 tras un inicio frenético de este clásico atípico.
Tras el paso por el vestuario, se vieron unos dos equipos más conservadores concediendo muy poco al rival, pero dejando un poco de lado el apartado ofensivo. El partido se revolucionaría de nuevo tras un penalti cometido sobre Ramos. Lenglet agarra de la camiseta al central soltando en el momento que se acercaba el balón, un penalti que dará mucho que hablar. Tras confirmarse la pena máxima, Ramos transformaría el penalti, poniendo por delante al cuadro de Zidane. El gol desmoralizó al conjunto blaugrana que veía como el Real Madrid se les venía encima con grandes ocasiones, que culminarían con un gol de Modric en los últimos minutos. El croata recibe el pase de Rodrigo, y tras varios amagues delante de Neto logra el 1-3, con el que culminaría el encuentro.
El equipo blanco sale reforzado tras la victoria en el Camp Nou, reponiéndose de las dos derrotas anteriores, afrontando un nuevo panorama tras el triunfo en el clásico, mientras que el Barcelona ha sufrido un duro golpe que provoca un nuevo vuelco para el conjunto catalán.
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