En la noche del miércoles se disputaba el encuentro correspondiente a la Liga de Naciones, en la que se enfrentaban Italia contra Holanda en Bérgamo.
El equipo local llegaba como primero de grupo 1 de la Liga de Naciones delante de Polonia y Holanda con 5 puntos, frente a los 4 puntos de los dos equipo. Para el partido el seleccionador italiano, Roberto Mancini, alinea un equipo titular compuesto por: Donnarumma bajo palos, defensa de cuatro formada por D'Ambrosio, Bonucci, Chiellini y Spinazzola; por delante una línea de tres centrocampistas compuesta por Jorginho, Barella y Verratti; arriba una delantera de tres muy novedosa contando con Chiesa y Pellegrini acompañando a "Capocannoniere", Ciro Immobile.
Por parte de la selección orange, salían a por el partido que le impulsaría a la lucha del primer puesto de su grupo. Para ello la selección de Paises Bajos salía con: Cillesen bajo palos, defensa formada por Hateboer, De Vrij, Van Dijk y Nathan Aké; un centro del campo con mucha calidad compuesto por De Jong y Wijnaldum como doble pivote junto a Van De Beek en la mediapunta, luego en los costados vemos a Depay y a Blin reconvertido en interior izquierdo; para cerrar el equipo el delantero holandés de moda en Sevilla, Luke De Jong.
La primera parte empezó mu intensa con ocasiones por parte de los dos equipos, Italia llegaba a través de las bandas para poner el centro o incluso ceder la pelota a los delanteros para que se internasen en el área, sin embargo los holandeses practicaban un fútbol más organizado con múltiples combinaciones hasta llegar al área rival, permitiendo desplazar la jugadas a las bandas o terminar por el centro con desmarque o con tiro lejano. Italia jugaba en base de un juego de toque muy participativo, mientras que el equipo neerlandés estructuraba la juagada a partir de De Jong, que era el que conectaba todo el juego holandés.
A los dieciséis minutos de juego el equipo italiano sale de la presión holandesa y consigue un desplazamiento en largo a la espalda de los defensas holandeses, mandando un balón a Lorenzo Pellegrini que controla de forma magnífica y en el uno contra uno contra Cillesen no perdona y pone el 1-0 en el marcador. El gol forzó a la selección holandesa a atacar más y así lo hizo, logrando igualar el partido en el minuto veinticinco, Dony Van De Beek cogía el rechace de un disparo de Depay e introducía el balón dentro de la portería defendida por Donnarumma.
Llegaríamos al final del primer periodo con empate a uno en el marcador y con un partido igualadísimo entre estas dos grandes selecciones.
Empezó la segunda mitad muy fuerte el conjunto holandés que consiguió la posesión de la pelota, generando acciones de mantenimiento de balón muy largas, esto provocó un problema para Mancini, ya que el seleccionador buscaba que su equipo lograse la posesión del balón, para poder atacar con mayor facilidad. Para volver a recuperar la posesión del el entrenador italiano introdujo un nuevo esquema conformado por tres centrales y dos carrileros, además de pasar de tres delanteros a dos, además de esos cambios introdujo en el partido a Kean, Florenzi y Locatelli.
Con estos cambios Italia logró obtener la posesión arrebatándosela a Holanda, que sufrió la perdida de balón, aún así el equipo neerlandés lograría resistir los envites del equipo italiano, forzando también varios ataques a la portería de Donnarumma, pero sin resultados.
Finalmente el partido acabaría en empate a uno, un partido con muchos cambios tácticos, ocasiones y situaciones que han marcado el partido. Italia no consigue los tres puntos y cae a la segunda plaza tras Polonia, mientras que Holanda se sitúa un escalón por debajo con 5 puntos, pero aún con posibilidades de disputar el liderato del grupo.
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