El Camp Nou acogía el primer partido de Champions League del nuevo Bracelona 2020 en un partido contra el equipo húngaro, Ferencváros.
El club blaugrana afrontaba el primer partido de esta temporada de Champions con la insurgencia de varios jóvenes jugadores en el once de Koeman como son Trincao o Ansu Fati en ambas bandas acompañando a Coutinho y a Messi en ataque.
El club húngaro afrontaba su vuelta a la máxima competición europea tras una larga travesía de 25 años, desde su última presencia en esta competición. El equipo dirigido por Sergyi Rebrov, ex-delantero del Dynamo de Kiev salió con la misma formación que el Barcelona un 4-5-1 compuesta por: Dibusz en portería, línea de cuatro para Civic, Kovacevic, Blazic y Botka; por delante, en la medular como doble pivote Laidouni y Kharatin, acompañando a Siger, Isael y Zubkov; arriba la sensación noruego-keniata, Tokmac Nguen.
El Barcelona comenzó el partido dominando la pelota, pero con problemas en ataque, puesto que el Ferecváros estaba plantado en su campo de forma organizada y con intensidad, cortando toda acción del equipo catalán y lanzándose a la contra con sus jugadores más eléctricos. Los húngaros estaban resistiendo los primeros minutos, además de generar acciones tan peligrosas como el gol de Nguen en fuera de juego y el golpeo a la madera de Isael, a pesar de las ocasiones el Barcelona tendría una oportunidad de oro para abrirla lata con un penalti cometido sobre Leo Messi, que sancionaba rápidamente el colegiado. Messi no fallaba y ponía el 1-0, consiguiendo empatar con Ryan Giggs como jugador con más temporadas marcando gol en Champions League, con 16 temporadas.
Este gol dio más confianza el equipo blaugrana que se volcó en ataque logrando al filo del descanso el segundo gol de manos del jovencísimo Ansu Fati, el joven de 17 años remataba un balón exquisito de Frenkie De Jong con la tibia y ponía el 2-0 antes del descanso.
Nos íbamos al descanso con un 2-0 favorable al Barça, a pesar de las dificultades en el juego del equipo catalán, mientras que el Ferecváros haciendo un juego más practico no lograba recortar distancias.
Al inicio de la segunda mitad se vio a un Barcelona más cómodo, habiendo corregido los problemas en el descanso y sobre todo con un Trincao muy activo. A los diez minutos de juego de la segunda parte Philippe Coutinho ponía el 3-0 a pase de Ansu Fati. El Barcelona se sentía dueño y señor del partido, aún así poco después del gol el equipo húngaro lograría un penalti, en el que Piqué agarraba a Nguen y era expulsado, al ser el último hombre. Kharatín transformaba el penalti con un disparo a la derecha de Neto, recortando distancias. A pesar del gol, el Barcelona siguió percutiendo, además con la introducción de Pedri y Dembélé en el campo dieron más velocidad al equipo blaugrana.
Pedri y Dembelé protagonizarían el siguiente gol, primero Dembélé llegaba hasta línea de fondo para poner en bandeja el balón a Pedri, el joven canario no falla y marca su primer gol en Champions, además de conseguir un récord. El récord conseguido por el Barcelona es el único equipo en conseguir dos goles por dos jugadores menores de edad. Posteriormente Dembélé ponía el 5-1 final con un gran golpeo con pierna derecha a pase de Messi, cerrando esta nueva goleada en Champions League.
El Barcelona ha encontrado en los jóvenes el salvoconducto para este año tan convulso marcado por los problemas deportivos y económicos que afecta al club catalán.
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